¿Cómo eliminar la panza? (Fotos: lavidalucida.com)
Si llevas buen tiempo haciendo ejercicios y esa odiosa panza sigue ahí, puede ser porque nos has tomado en cuenta la razón por la cual llevas esa grasita de más contigo y, por eso mismo, no has realizado el método adecuado para eliminarla.
Hay más de un tipo de panza; cinco, para ser exactos, y cada una requiere de un trabajo especial para ser suprimida del cuerpo. Hay más de una forma, pues, de tener un vientre plano y lucir radiante con bikini o ropa ajustada.
Panza de neumático. Es la más abultada de todas y se caracteriza también por una línea que divide la barriga en dos; es decir, hay dos bultos, uno sobre otro. Es la más fácil de eliminar porque es causada por el consumo de alimentos equivocados y falta de ejercicios. El sedentarismo es otra causa.
Panza por estrés. Está asociado con las personas perfeccionistas y también está condicionada por la digestión y el síndrome del intestino irritable (SII), que puede causar hinchazón y hacer que el vientre se vea mucho peor. Es fácil de detectar ya que el peso está específicamente en la zona del diafragma y la zona umbilical. Cuando estamos estresados, producimos cortisol, una hormona que estimula el cuerpo para aferrarse a la grasa alrededor del estómago.
Si tiene este tipo de panza, es probable que te estés saltando comidas, consumas bastante cafeína y comas comida chatarra por conveniencia. Lo recomendables es que duermes temprano, hagas yoda en vez de cardio muy intenso y consumas magnesio.
La pancita. Está presente, incluso, en las mamás que realizan rutinas de ejercicios y dieta, pero ese puede ser justamente el problema. Hacer abdominales excesivos y con implementos innecesarios pueden provocar tensión los flexores de la cadera y la espalda baja, provocando que los músculos de la vientre sobresalgan. El resultado de esto es la pancita.
Panza de embarazada. Las mujeres con estos estómagos generalmente han dado a luz en los últimos años y tienen poco tiempo para sí mismas. Después del parto, el útero se cae y es mucho más pesado de lo que era antes del embarazo. Se necesitan al menos seis semanas para volver a su tamaño normal.
Lo peor que se puede hacer en este caso es volver inmediatamente a hacer ejercicio. Lo recomendable es esperar de dos a tres meses, no estresarse por perder peso de inmediato, consumir grasas buenas (presentes en nueces, aceites de oliva, aguacate, aceitunas, etc.) y hacer ejercicios para el piso pélvico en lugar de los clásicos abdominales.
Panza hinchada. Los estómagos hinchados suelen estar planos en la mañana, pero se hinchan durante el día con gases o indigestión. Es un problema que afecta tanto a mujeres delgadas como con sobrepeso, y es causado por las intolerancias alimentarias y alergias, o intestinos perezosos como resultado de una dieta pobre.
Si este es tu caso, experimenta averiguando qué molesta a tu vientre y trata de eliminar a los principales culpables, como el gluten, durante quince días. Haz del desayuno tu comida más grande, ya que es cuando la digestión está en su apogeo, y evita comer tarde en la noche, lo cual conduce a la hinchazón.