Este año Perú lanzó una alerta epidemiológica por una caso de rabia humana. Conoce a profundidad los detalles de esta peligrosa enfermedad.

La rabia es una enfermedad viral mortal que afecta al sistema nervioso central. Se transmite a través de la saliva de animales infectados. Los más comunes que transmiten esta enfermedad a los humanos son los perros, los murciélagos, los zorros y los mapaches.

A pesar de que los casos de rabia humana son raros en la actualidad, la falta de conciencia y prevención aún puede poner en riesgo la vida de las personas. En Perú se lanzó este año una alerta epidemiológica a raíz de un caso registrado en Arequipa. 

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La saliva de los animales puede entrar al cuerpo a través de una mordedura, una rasgadura o un corte en la piel. En raras ocasiones, la rabia también se puede transmitir a través de la exposición a los ojos, la nariz o la boca.

¿Cuáles son los síntomas de la rabia humana? 

Los síntomas de la rabia pueden tardar semanas o incluso meses en aparecer, además, pueden variar, pero generalmente se dividen en dos fases:

Fase inicial: En esta etapa, que puede durar varios días, los síntomas son inespecíficos y similares a los de muchas otras enfermedades, lo que dificulta el diagnóstico temprano. Estos síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, debilidad y malestar general.

Fase avanzada: A medida que la enfermedad progresa, los síntomas neurológicos graves se hacen evidentes. Estos pueden incluir agitación, alucinaciones, convulsiones, dificultad para tragar, parálisis y espasmos musculares. La rabia avanza rápidamente y, una vez que aparecen los síntomas neurológicos, la muerte es casi inevitable.

¿Cómo prevenir la rabia humana?

La prevención es clave cuando se trata de la rabia humana, ya que no existe cura una vez que se desarrollan los síntomas. Aquí hay algunas medidas para prevenir la rabia:

Vacunación de mascotas: Mantener a las mascotas, como perros y gatos, al día con sus vacunas antirrábicas es esencial. Esto no solo protege a las mascotas sino que también reduce el riesgo de transmisión a los humanos.

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Evitar animales salvajes: No se debe tocar ni alimentar a animales salvajes, especialmente murciélagos, zorros y mapaches, que son conocidos portadores del virus de la rabia.

Atención médica inmediata: En caso de una mordedura o arañazo de un animal, por sospecha de rabia o no, se debe buscar atención médica de inmediato. El médico evaluará el riesgo y, si es necesario, administrará la vacuna antirrábica.

Educación pública: Promover la conciencia sobre la rabia y sus riesgos es fundamental. Las personas deben estar informadas sobre los peligros de la enfermedad y cómo prevenirla.

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